domingo, 16 de octubre de 2011

Dicen....

Dicen que a lo largo de nuestra vida tenemos dos grandes amores; uno con el que te casas o vives, puede que llegue a ser el padre o la madre de tus hijos...
...y dicen que hay un segundo gran amor, una persona que perderéis siempre,alguien con quien naciste conectado, tan conectado que las fuerzas de la química escapan a la razón y os impedirán alcanzar un final feliz,…pero os aseguro que no pasaréis una sola noche sin necesitar otro beso suyo, o tan siquiera discutir una vez más...

Todos sabéis de qué estoy hablando, porque mientras estabais leyendo esto, os ha venido su nombre a la cabeza.

Os librareis de él o de ella, (le sustituiréis por la calma), pero os aseguro que no pasará un día en que no deseéis que estuviera aquí para perturbaros, porque a veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas,que haciendo el amor con alguien a quien aprecias ... y al final... no os quedará más remedio que volver a buscarlo.

jueves, 13 de octubre de 2011

Rayuela por Julio Cortázar.

Toco tu boca, con un dedo todo el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja. Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos, donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua....

(Julio Cortázar)

lunes, 10 de octubre de 2011

Beatriz y los cuerpos celestes.

- ¿Por qué no te sirve sólo el cariño, la seguridad y la comodidad? ¿ Por qué eso a ti no te basta?
- No quiero comprometerme sin estar segura de lo que siento, porque sospecho que lo peor de mí misma acabaría por residir en esa intersección entre los círculos de nuestras respectivas soledades y no hay peor soledad que la soledad compartida... eso es estar loca?... puede q tristemente eso sea poco común y sea... rara... o tal vez una valiente.





(Fragmento " alterado" de 'Beatriz y los cuerpos celestes')

domingo, 9 de octubre de 2011

Mi vida sin mi.

Conquisto los dos lados de la cama con la falsa recompensa de creerme que tampoco has dejado un vacío tan grande. Me saco el corazón, lo pongo en la mesa e intento convencerlo de que me haga caso, pero me mira altanero y me escupe que ya no soy su dueña, y masculla por lo bajo que no he estado muy fina eligiendo. Me lo vuelvo a meter de un suspiro y se me atasca en la garganta. Me encomiendo a mi cabal cabecita, pero es una señorita tan estúpida sabelotodo que tampoco la soporto, así que la mando a paseo con sus agotadores consejos de manual. Tic tac, tic tac, escucho el reloj que llevo dentro, el que cuenta mis horas desiertas. Me registro para asegurarme de que sigo entera, pero me asalta el presentimiento de que he debido dejarme en algún rinconcito tuyo. Me repito que ya no me quieres, y cuando oigo esa vocecita que me insinúa que no es verdad, la mando callar. Cuento los días de dos en dos, a ver si así llega antes la mañana en la que no me duelas. Excepto maniatar a la tristeza, sigo haciendo mas o menos las mismas cosas que antes, pero sin que tú me mires.